Responsabilidad: la habilidad para responder
- Junio Gulinelli
- 7 oct
- 2 Min. de lectura
Un día me dijeron que la responsabilidad es la habilidad para responder. Me gustó mucho esta definición que, de hecho, está declarada en la palabra misma. El contrario de responder es reaccionar. Reaccionar es automático, mientras que responder es consciente.

De reaccionar a responder
Pasar de reaccionar a responder no es nada sencillo. Es un proceso, un cambio estructural y nuclear. Y para mí es una parte importante del proceso terapéutico. Se trata de ir poco a poco reconociendo, desenmascarando, aceptando e integrando los mecanismos automáticos de defensa que nos “protegen” y procuran tenernos bien lejos del contacto con lo que nos duele, lo que nos es incómodo, nos da miedo y que queremos evitar. Y de esta forma, nos bloquean el desarrollo vital y perdemos la capacidad de autorregulación. En este proceso de aprender a ser responsables, se necesita ir muy poco a poco, con lentitud, respeto, compasión y cuidado.
Responsabilidad y libertad
Creemos ser libres, creemos actuar libremente, con libre albedrío, pero cuanto más vamos con el piloto automático y les dejamos elegir a estos mecanismos, que son las reacciones automáticas a lo que nos pasa en la vida, cuanto menos estamos lejos de serlo. Cuando empezamos a reconocer nuestras reacciones, que son mucho más rápidas de nuestra conciencia, entonces podemos empezar a cuestionarlas, revisarlas, actualizarlas, comprenderlas y aceptarlas. Y también, entonces, podemos empezar a darle menos protagonismo en nuestras decisiones, en nuestra forma de responder a las situaciones de la vida. Es un proceso de concienciación a través del cual vamos aprendiendo esta habilidad para responder conscientemente, elegir con responsabilidad hacia donde ir y cómo hacerlo. En este sentido, este es un proceso de liberación. Cuanto más soy responsable, más soy libre.



Comentarios