¿Qué es confiar?
- Junio Gulinelli
- 28 nov 2024
- 2 Min. de lectura
Confiar no es creer que todo irá bien. Confiar es creer que en cualquier caso, tendré los recursos para atravesarlo.

La criatura con alrededor de un año de vida se lanza por primera vez a caminar. Tiembla, vacila, parece imposible que pueda aguantar de pie. Pero sigue. Que me pasa por la cabeza a mi, papá o mamá, observándola? “se va a caer”, “lo conseguirá”, “se va a hacer daño”, “puede”, “no puede”... ¿Qué es confiar? ¿Cómo la puedo acompañar de la mejor manera?
Pues yo en la crianza de mi hijo en un cierto momento me he dado cuenta de que no estaba confiando en él. Sobre todo cuando me venían las peores fantasías negativas, y entraba en la angustia... Como si no pudiera ni contemplar que las cosas pueden ir fuera de lo previsto, de lo controlado, de lo “cómodo”. Lo siguiente fue darme cuenta que la misma actitud la tenía conmigo mismo. Que horror solo pensar en caer en algo difícil, en el dolor, en la frustración, en la soledad, en el abandono, en la pérdida, hasta en la muerte... De fondo no tenía la confianza de que podría sostenerlo.
Y tratándome yo así, cómo podría tratar diferente a mi hijo? A mi pareja, a mis amigos, a quien acompaño y quiero bien? Repito, ¿qué es confiar? Pues yo creo que confiar no es creer que todo irá bien. Confiar es creer que en cualquier caso, tendré, o tendrás, los recursos para atravesarlo. No resolverlo, no “fluirlo”, no evitarlo. Atravesarlo, recorrerlo! Y así aprender y desarrollarme.
Creo que a esto se refería Humberto Maturana, cuando hablaba de confiar en los procesos vitales. Porque también el dolor, las dificultades, la soledad, la pérdida y hasta la muerte, son procesos vitales. Y atravesarlos no significa “fluir” con ellos, como está de moda decir ahora... sino se trata de recorrerlos activamente. Los procesos vitales son la vida misma empujando para el desarrollo, y para desarrollarse hay que empujar con ella (como el bebé empuja con su mamá en el parto). Que sea cómodo o incómodo, placentero o doloroso... Y confiar es creer que tenemos esos recursos internos tan necesarios para desarrollarnos.
Estuve a punto de morirme recientemente. Lo que más me sorprendió de esta experiencia fue sentir, en ese momento tan intimo conmigo mismo, la confianza innata y profunda de que este proceso también hace parte de la Vida.



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