Que tal si aprendemos a frustrarnos?
- Junio Gulinelli
- 23 oct 2024
- 2 Min. de lectura
Que significa realmente ir sin expectativas? Quien realmente es capaz de aniquilar sus deseos, y probablemente sus miedos?

Acompañando a padres en su proceso de paternidad, uno de los temas que mas salen es que la paternidad nunca es como uno se la esperaba... Claro que no. Yo siempre me pregunto: “como se puede estar preparado para algo nuevo, que nunca he vivido?”. Me resuena dentro esta pregunta cuando escucho, a menudo: “seré padre cuando este preparado...”. Seria un poco como decir, voy a crecer cuando este preparado... Como se prepara uno para ser padre? Como se prepara uno a lo desconocido?
Quiero hablar de expectativas, las que a menudo se chocan con la realidad. El otro día, en un grupo de padres en el que la presencia de las criaturas, todas de alrededor de un año de vida, nos recordaba que, vaya, nos llevan constantemente a lo imprevisible, que nos guste o no, que sea cómodo o incomodo... Fue entonces cuando alguien dijo “Pues yo ya voy sin expectativas!” Esa frase que todos hemos dicho alguna vez, y algunos seguimos repitiendo en plan mantra vacío. Yo bastante, frente a una tarde con mi hijo, a una nueva relacion, a un nuevo trabajo o a lo que sea...
Que significa realmente ir sin expectativas? Quien realmente es capaz de aniquilar sus deseos, y probablemente sus miedos? Humanos, digo yo. Me imagino (y me rio) que quizás el robot de Tesla va por ahí sin expectativas... Lo de rebajar o ir sin expectativas me parece un poco el falso, robotico y fácil mandato de una psicología superficial. Entonces, que tal, me pregunto yo, si en vez de ir sin expectativas aprendemos a frustrarnos? Claro, es mas fácil creerme que no tengo expectativas en lugar de enfrentarme a una frustración. Pero, sorpresa, es un ideal. Y incluso más que una expectativa, va directo, tarde o temprano, hacia estrellarse.
Cuesta un montón, si claro, no solo a niñas y niños, sino a los adultos también. Frustrarse es reajustarse a la realidad y esto implica ceder, estar incomodos, agobiarse, y mucho mas... Pero creo que frustrandonos aprendemos. La frustración es material de aprendizaje, es un poco una programación, o mejor dicho una desprogramacion de patrones y mecanismos. Vaya si es difícil frustrarse, pero cada vez estoy convencido de que por ahí pasa, a menudo, el tan anhelado crecimiento.



Comentarios